Fiebre del gas, violaciones de derechos humanos, estragos climáticos, ataques de insurgentes, foco de contagio del COVID-19

Cabo Delgado necesita nuestro apoyo y solidaridad. La industria del gas está arrasando la región más septentrional de Mozambique, con empresas transnacionales y élites que saquean sus recursos y destrozan las comunidades. Al igual que todas las industrias extractivas, la extracción de gas en Mozambique está propiciando violaciones de derechos humanos, pobreza, corrupción, violencia e injusticia social. Conllevará gravísimas consecuencias para un país que ya es vulnerable a los impactos del cambio climático, tales como los dos ciclones catastróficos que azotaron sus costas en 2019.
La soberanía de Mozambique depende hoy en día no de los pueblos de Mozambique sino de inversionistas y otros Estados. Con solidaridad internacionalista podemos luchar para rectificar esta injusticia: Impedir que las empresas sigan firmando contratos de exploración y concesión; impedir que inversionistas privados sigan invirtiendo; impedirles a las empresas transnacionales y los países del Norte Global decidir que Mozambique sea dependiente de los combustibles fósiles ; impedir que las comunidades locales pierdan sus hogares, territorios, tierras y medios de sustento. La actual vía de desarrollo a través de la explotación de combustibles fósiles en Mozambique está dando lugar a la pérdida de los medios de vida de las comunidades, a abusos de los derechos humanos, a la destrucción del medio ambiente y a la exacerbación de la crisis climática.
Por esta razón, JA! (Justiça Ambiental/Amigos de la Tierra Mozambique) y Amigos de la Tierra Internacional estamos pidiendo la colaboración de nuestras/os amigos/as en todo el mundo.
Acaparamiento de tierras y océanos para la exploración gasífera
Hasta el momento se han descubierto 150 billones de pies cúbicos de gas frente a las costas de Cabo Delgado. Algunas de las empresas involucradas son gigantescas empresas de combustibles fósiles como Eni, Total, Anadarko, Shell, ExxonMobil, Galp, Chinese National Petroleum Corporation, Bharat Petroleum, Korea Gas Corporation y Mitsui/JOGMEC, entre otras. La construcción de instalaciones en la costa para apoyar los planes de extracción de gas en mar abierto está empobreciendo a las comunidades de agricultura y pesca rurales. Ahora la industria del gas ha hecho que Cabo Delgado sea el epicentro del COVID-19 en Mozambique.
Las empresas transnacionales ya han obligado a 550 familias a dejar sus hogares, acaparando sus tierras y cortándoles el acceso al mar. Han arrasado pueblos enteros, dejando a las comunidades sin medios de sustento, generando así una crisis alimentaria. En compensación, las empresas les han ofrecido a las comunidades locales tierras que son una mísera décima parte del tamaño de las chacras donde vivían, y ubicadas lejos de las nuevas casas donde fueron realojadas, lo que es una violación clara del derecho de estas comunidades a permanecer en sus territorios.
Los ataques propician la militarización y el miedo
Durante casi tres años, las comunidades de Cabo Delgado han sido objeto de violentos ataques cada vez más brutales y frecuentes, de manos de insurgentes y grupos extremistas. Se calcula que más de 100.000 personas han sido desplazadas y sus aldeas totalmente incendiadas, y también han secuestrado a mujeres jóvenes, y algunas de ellas están desaparecidas hace meses.
La respuesta del gobierno desplegando al ejército sólo ha generado más miedo en las mismísimas comunidades que supuestamente deben proteger. Los soldados abusan de su poder e imponen toques de queda aleatorios y atacan físicamente a personas vulnerables. La gente tiene miedo de salir del pueblo para ir a sus fincas por temor a ser atacadas/os o a que el ejército les confunda con extremistas.
El papel del ejército en la región claramente es proteger a las empresas transnacionales, no a los pueblos. Exxon Mobil y Total le solicitaron al gobierno en febrero que desplegase tropas para que les protejan.
Los proyectos gasíferos ponen en riesgo la salud de los pueblos y el medioambiente
Estas mismísimas empresas transnacionales de combustibles fósiles se jactan de preocuparse por el medioambiente, promoviendo ‘estrategias de descarbonización’ y apoyo a la conservación de la naturaleza. Al mismo tiempo, firman nuevas concesiones para exploración de gas con el gobierno de Mozambique y trabajan en un proyecto de extracción de gas que destruirá irreversiblemente especies de corales y peces en peligro de extinción en el Archipiélago de las Quirimbas, una reserva de biósfera de UNESCO frente a las costas de Cabo Delgado.
Hay periodistas mozambiqueños que han sido arrestadas/os o detenidas/os con cargos fraguados, por informar sobre la industria del gas y los ataques. El periodista Ibrahimo Abu Mbaruco está desaparecido desde el 7 de abril. Su último mensaje fue para informarle a su madre que el ejército lo estaba arrestando. Muchos creen que luego fue asesinado..
Un miembro muy vocal de la comunidad, el Sr. Selemane de Palma, desapareció el 20 de mayo, 24 horas después de haber denunciado los malos tratos y la mano dura de los militares de la zona. Todavía está desaparecido en el momento de la redacción de esta declaración.
Cabo Delegado es ahora el epicentro de la pandemia de COVID-19 en Mozambique. El primer caso confirmado fue de un empleado extranjero en el sitio de construcción de Total, y dos semanas después dos tercios de los casos de COVID-19 en Mozambique correspondían a empleadas/os de Total. Aunque las/os empleados/as enfermos/as de Total son aislados/as en el sitio de trabajo, el personal de cocina, limpieza y guardias de seguridad y otros son llevados a diario de las aldeas cercanas para servirles. Si bien Total ha comenzado a testear a sus propias/os empleadas/os, no se han hecho esfuerzos suficientes para testear y proteger a las comunidades locales.
La impunidad empresarial prevalece
La historia ha demostrado que las inversiones extranjeras en combustibles fósiles en el Sur Global han sido siempre perjudiciales para los pueblos y el medioambiente. Mozambique se clasificó en el puesto 180 de 189 en el Índice de Desarrollo Humano en 2018. Aunque alberga una industria internacional de combustibles fósiles desde hace muchos años, sólo un tercio de la población tiene acceso a la electricidad, y la mayor parte del gas que se extraiga será exportado. La complicidad y la impunidad continúan incluso cuando un enorme escándalo de deudas estalló en los últimos años, incluyendo Credit Suisse, el banco ruso VTB, el mercenario Erik Prince y el gobierno mozambiqueño.
JA! y Amigos de la Tierra Internacional sostienen desde hace años que el sistema energético mundial es fallido e injusto. Los impactos demoledores de las fuentes de energía sucia como el gas recaen desproporcionadamente en la población más pobre y vulnerable de la sociedad, mientras que las élites y las empresas transnacionales se quedan con los beneficios del sistema en términos de ganancias, poder y acceso a la energía.
¿Cuándo llegarán a ser motivo suficiente para terminar con la impunidad empresarial en Mozambique y otros lugares del mundo los asesinatos de activistas, la corrupción, las elecciones fraudulentas, los acaparamientos de tierras y las violaciones de derechos humanos?
¡Es tiempo de exigir que cese esta impunidad y se les dé prioridad a los pueblos antes que al lucro!
Llamado a la acción, ¿cómo puedes ayudar?
Exigimos que:
Demandas a las empresas transnacionales e inversores:
- Exigimos que todas las empresas transnacionales, todos los compradores y todos los inversores en la extracción de gas en Mozambique cesen todas las actividades ahora mismo.
Demandas al gobierno de Mozambique:
- Exigimos que el gobierno de Mozambique le ponga punto final a la explotación de gas y combustibles fósiles en Mozambique: que no otorgue más concesiones y opte en su lugar por energías renovables de propiedad de la gente, ya que el actual camino de la energía está destruyendo los medios de vida de los pueblos, el medio ambiente y exacerbando la crisis climática. Exigimos que el gobierno de Mozambique deje de anteponer a las empresas transnacionales por delante del bienestar de su pueblo.
- Exigimos que el gobierno de Mozambique libere al periodista Ibrahimo Abu Mbaruco y al miembro de la comunidad, el Sr. Selemane, y abra una investigación transparente sobre los motivos de sus desapariciones.
- Exigimos que el gobierno de Mozambique cese los arrestos y detenciones aleatorias de periodistas, activistas y civiles inocentes, y que le ponga punto final a la censura de los medios y apacigüe la atmósfera de miedo.
Demandas para los órganos de control:
- Exigimos que la Relatora Especial sobre la situación de los defensores y defensoras de los derechos humanos, el Relator Especial sobre los derechos humanos y el medio ambiente, y la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (Grupo de Trabajo sobre Extracción, Medio Ambiente y Derechos Humanos) investiguen la situación de violencia que se vive en Cabo Delgado y hagan que el gobierno de Mozambique y las empresas de combustibles fósiles rindan cuentas por sus crímenes. La única manera de lograr que se restablezca la estabilidad en la región es presionando al gobierno y las grandes empresas para que encaren la desigualdad y la injusticia.
- Exigimos justicia y reparaciones para los pueblos de Cabo Delgado y que se les exijan cuentas a las empresas transnacionales.
- Exigimos un instrumento internacional jurídicamente vinculante, fuerte y eficaz, sobre «las empresas transnacionales y otras empresas comerciales con respecto a los derechos humanos», que garantice el acceso a la justicia a las víctimas de las violaciones y que haga responsables a esas empresas. Exigimos derechos para las personas, normas para las empresas.
Gracias a toda/os la/os que firmaron nuestra carta.
El 25 de junio de 2020, el 45 aniversario del Día de la Independencia de Mozambique, necesitamos su ayuda para enviar este mensaje por correo electrónico y en los medios sociales a los criminales que asolan Cabo Delgado.
Le pedimos que entregue la carta por correo electrónico al gobierno de Mozambique y a las empresas, y que los bombardee con mensajes en Twitter y Facebook.
Aquí va una lista de las direcciones de correo electrónico y las cuentas de las redes sociales, junto con un texto de correo electrónico.
Les invitamos a compartir las publicaciones de Amigos de la Tierra Internacional y JA! en Facebook y Twitter, y a seguir el hashtag #NoGasMoz.
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Entrevista de Radio Mundo Real con Daniel Ribero, activista mozambiqueño y miembro de JA!
Las gravísimas consecuencias de la gran apuesta por el gas en Mozambique
“No podemos crear otro ejemplo en África de industrias extractivas que causan conflictos y desestabilizan socialmente a un país”