CAMPINAS (BRASIL), BRUSELAS (BÉLGICA), 27 de mayo de 2009 ­– Una nueva iniciativa para denominar la producción intensiva y perjudicial de soja como ‘responsable’ no es nada menos que lavado ecológico y engañará al público, dijo hoy Amigos de la Tierra Internacional.

La advertencia surge mientras la llamada Mesa Redonda de Soja Responsable (RTRS, por sus siglas en inglés) se reúne el 28 de mayo en Campinas, Brasil, para acordar nuevos estándares voluntarios para el cultivo de soja. Hasta la soja genéticamente modificada, que daña el medio ambiente, será denominada ‘responsable’. [1]

Más de la mitad de la soja del mundo es cultivada en América del Sur, y Europa es el mayor importador. Casi toda la soja es utilizada como alimento barato para animales, pero el aceite de soja es cada vez más utilizado como biocombustible.

Su expansión, que ha sido bien documentada en los últimos años, provocó la deforestación generalizada, conflictos sociales, alto uso de plaguicidas y grandes emisiones de gases de efecto invernadero.

Adrian Bebb de Amigos de la Tierra Europa dijo:

“Este esquema es nada menos que lavado ecológico y debería ser abandonado. Las normas que están desarrollando legitimarán un sistema devastador de cultivo de soja que está talando nuestros bosques y destruyendo el sustento de los pequeños productores en beneficio de un puñado de grandes latifundistas y empresas trasnacionales. La única soja responsable es menos soja”.

”Necesitamos combatir los problemas reales detrás de este sistema perjudicial como el consumo excesivo en los países industrializados y la distribución desigual de recursos como la tierra y el agua. Necesitamos soluciones reales en forma urgente que protejan al medio ambiente y las comunidades y promuevan la soberanía alimentaria por encima de los intereses de las grandes empresas”.

Amigos de la Tierra Internacional afirma que la Mesa Redonda de Soja Responsable es un engaño ecológico debido a que:

  • No logrará detener la expansión de las plantaciones de soja que está causando gran daño a las comunidades, la biodiversidad y el clima. Al hacer esto, promueve los intereses de las empresas de agronegocios que están expandiendo las plantaciones de soja y legitima sus prácticas industriales perjudiciales. [2]
  • No detendrá la deforestación – la soja plantada donde antes había bosques y otros ecosistemas únicos como sabanas, incluso si fueron destruidos muy recientemente, podrían ser certificados como ‘responsables’, contribuyendo a, en lugar de detener, la deforestación.
  • La soja genéticamente modificada (GM) puede ser certificada, a pesar de que hay pruebas claras de cómo el uso de plaguicidas aumenta con los cultivos de soja GM, y del daño a la salud de las comunidades a partir de la fumigación con estos químicos.
  • los pequeños productores, grupos indígenas y la sociedad civil son ampliamente excluidos del proceso de la RTRS y muchos se oponen al mismo.
  • Los consumidores serán engañados para que piensen que los alimentos y el combustible producidos mediante el uso de soja ‘responsable’ están ayudando al medio ambiente, sin darse cuenta de que en realidad es al revés, y que está estimulando la expansión de cultivos transgénicos en América del Sur.
  • Va está siendo implicado en el intento de debilitar leyes nacionales sobre el uso de agroquímicos en Paraguay. Los criterios de la RTRS exigen el cumplimiento con las leyes nacionales, pero un nuevo proyecto de ley, presentado por los aliados de los productores de soja y otras empresas de agronegocios, debilitaría la legislación existente, facilitando su cumplimiento. [3]

Para enfrentar el cambio climático, la pérdida mundial de biodiversidad, las violaciones a los derechos humanos, y para lidiar con la crisis de los precios de los alimentos, Amigos de la Tierra Internacional hace un llamado a:

  • Menor dependencia de la soja como alimento para animales y detener el uso de cultivos para producir biocombustibles.
  • Mayor apoyo político y financiero a formas de producción más ecológicas como lo reconoció la Evaluación Internacional de Agricultura de la ONU, recientemente aprobada. [4]
  • Menos y mejor consumo de carne en los países industrializados, que es bueno para el medio ambiente y la salud pública.
  • Recorte de todas las metas de biocombustibles que están contribuyendo a la expansión de la agricultura, la pérdida de vida silvestre y precios más altos de los alimentos.
  • Políticas agrícolas sustentables y equitativas que permitan que todas las regiones y países se autoabastezcan y alimenten a su ganado y no sean excesivamente dependientes de las importaciones.

Más de 80 organizaciones de todo el mundo adhirieron a una carta de oposición crítica a la propuesta de la RTRS.

POR MÁS INFORMACIÓN contactar a:

Adrian Bebb ­ Amigos de la Tierra (Bruselas/Europa)  +49 1609 490 1163
(celular en Alemania) o correo electrónico adrian.bebb@foeurope.org

Clare Oxborrow ­ Amigos de la Tierra (Londres)  +44 20 7566 1716 (teléfono directo)
+44 7712 843211 (celular) o correo electrónico clare.oxborrow@foe.co.uk

NOTAS A LOS EDITORES

[1] Ver responsiblesoy.org Los criterios definitivos serán publicados el 28 de mayo. El último borrador (abril de 2009) puede obtenerse contactando a Amigos de la Tierra.

[2] Los principales promotores de la expansión de la soja, las gigantes de los agronegocios Monsanto, Syngenta, Cargill y Bunge ­también son parte muy activa en la RTRS.

[3] El nuevo proyecto de ley paraguayo sobre el control de productos fitosanitarios para uso agrícola debilitaría las claúsulas de la legislación actual que incluyen el requisito de tener un amortiguador de vegetación entre la zona de cultivos fumigada y las áreas linderas (que podrían ser ríos, casas o incluso escuelas) y el requisito de anunciar fumigaciones con antelación en las comunidades aledañas para que la gente pueda actuar para protegerse y mantenga a los niños dentro de sus hogares.

[4] IAASTD ­ Evaluación Internacional de Conocimiento, Ciencia y Tecnología Agrícolas para el Desarrollo, bajo el auspicio de las Naciones Unidas y el Banco Mundial. La IAASTD es una evaluación científica, muy similar al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) que solicita más apoyo para la agricultura agroecológica y el conocimiento tradicional. 400 científicos y una gran variedad de involucrados contribuyeron a la evaluación de cinco años. Sus conclusiones fueron adheridas por 58 gobiernos.

HECHOS CLAVE ACERCA DE LA SOJA

La producción de soja en América del Sur se ha más que duplicado en los últimos 15 años. Alrededor del 16% de la selva amazónica y 60% de la sabana del Cerrado ya se perdieron. Luego de que disminuyeron los índices de deforestación en 2007, el boom del precio de la soja en 2008 provocó un aumento en la deforestación, con más de 770.000 hectáreas de bosque talado tan solo entre agosto de 2007 y agosto de 2008. Se calcula que 9,6 millones de hectáreas más de Cerrado podrían perderse por la expansión de la soja para 2020 y 40% de la selva amazónica para 2050.

La producción de soja para la Unión Europea (UE) utiliza 14 millones de hectáreas de tierra, 87% de las cuales están en Brazil y Argentina. El aceite de soja constituye alrededor de 17% del biodiesel utilizado en la UE y se prevé que aumente.

La deforestación y la cría de ganado representan en conjunto alrededor del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial.

Como consecuencia de la expansión de soja, la tierra destinada al cultivo de alimentos en Argentina se redujo drásticamente. El área utilizada para el cultivo de arroz disminuyó 44%, maíz 26%, trigo 3% y girasol 34%.

Miles de pequeños productores y comunidades indígenas han sido desplazadas de sus tierras para dar paso a las plantaciones de soja. En Paraguay, 70 por ciento de la tierra es propiedad de tan solo 2% de los terratenientes del país.

La mayoría de la soja en América Latina es cultivada a partir de semillas genéticamente modificadas de Monsanto, que resisten su herbicida Roundup Ready, empujando a quienes lo cultivan a que utilicen métodos de agricultura aún más intensivos. Datos del gobierno confirman que la dependencia de esta tecnología ha provocado el surgimiento de yuyos resistentes a los herbicidas, que han provocado mayores cantidades del plaguicida Roundup Ready (glifosato), al igual que herbicidas más viejos y perjudiciales como 2,4-D (un componente del defoliante Agente Naranja que fue utilizado en la Guerra de Vietnam).

En Brasil, autoridades del gobierno documentaron un aumento de 76,9% en el uso de Roundup entre 2000, cuando los cultivos genéticamente modificados fueron plantados por primera vez en el país, y 2005. En Argentina, el uso de soja GM tuvo como consecuencia que uno de los peores yuyos del mundo, el sorgo de alepo, se hizo resistente al Roundup. Se calcula que cada año se necesitarán 25 millones de litros adicionales de plaguicidas para lidiar con este problema, inclusive el uso de plaguicidas diferentes, más tóxicos.

El plaguicida Roundup se convirtió en una gran fuente de contaminación que contamina el agua superficial y los acuíferos, amenaza la salud humana y mata otra vegetación. Se denunciaron serios riesgos a la salud a causa de los plaguicidas que aumentan en la cadena alimenticia, y las fumigaciones aéreas de plaguicidas por parte de grandes establecimientos agrícolas y agronegocioes. Las comunidades que viven cerca de plantaciones de soja denuncian graves problemas sanitarios, como dolores de cabeza permanentes, sarpullidos en la piel, problemas estomacales, aumento del número de abortos espontáneos y niños que nacen con malformaciones.