Por qué es importante un instrumento legal sobre empresas transnacionales y sus violaciones de derechos humanos

El lunes 24 de octubre de 2022 inicia en Ginebra, Suiza, la octava ronda de negociaciones de Naciones Unidas (ONU) de un Tratado Vinculante que legisle sobre las violaciones de derechos humanos cometidas por empresas transnacionales.
Las tratativas internacionales iniciaron en la ciudad suiza en 2015 en el marco del Consejo de Derechos Humanos de ONU, y este año presentan nuevos desafíos para las organizaciones y movimientos sociales que empujaron este proceso desde el inicio, agrupadas en la Campaña Global para Desmantelar el Poder Corporativo.
Entrevistamos a la coordinadora del programa de Justicia Económica de Amigos de la Tierra Internacional (ATI), Letícia Paranhos, para entender por qué esa federación asegura que el Tratado Vinculante es una herramienta fundamental para la defensa de los derechos humanos.
¿Qué es la impunidad empresarial y por qué le importa a una federación como Amigos de la Tierra?
Muchos expertos, movimientos sociales y ATI trabajan acerca de un concepto que se llama “arquitectura de la impunidad”. Esta arquitectura de la impunidad comprende que las empresas transnacionales están en el centro de este sistema capitalista, racista y patriarcal. Y por lo tanto desarrollaron a lo largo de los años mil maneras de escapar a los castigos y de seguir violando derechos para aumentar sus ganancias. Entonces, como una federación ambientalista que quiere cambiar el sistema, entendemos que uno de nuestros objetivos tiene que ser pelear por mecanismos, instrumentos, que pongan fin a la impunidad.
Sabemos que ni todo ocurre en ONU, ni todo lo que se decide allí se hace real, incluso las leyes. Estamos peleando por leyes pero sabemos que la lucha contra el poder empresarial debe venir de la organización y movilización popular, de la construcción de poder popular. Y las comunidades que están afectadas por empresas transnacionales entienden que hay que trabajar contra la impunidad empresarial. Por lo tanto, nos importa mucho como Amigos de la Tierra, entendiendo también que donde están esas transnacionales se arrasan tierras y territorios, y esas tierras y territorios no son solo eso, son también historia, memoria, saberes, semillas, donde la gente está resistiendo y construyendo proyectos emancipatorios para cambiar el sistema.
¿Cómo le explicarías a una persona la importancia de que exista este Tratado Vinculante?
En el mundo en que vivimos hoy, y por eso tenemos que cambiarlo, las empresas tienen derechos, muchísimos derechos para proteger sus ganancias. Los acuerdos de libre comercio son un buen ejemplo de cómo se aseguran esos derechos. En oposición, no hay en el marco del derecho internacional ninguna regulación hoy en día para responsabilizar a las empresas transnacionales. No tenemos marcos normativos en el derecho internacional que tengan obligaciones para las empresas transnacionales. Entonces, uno de los pilares de esta arquitectura de la impunidad es justamente esta falla, este vacío en el sistema jurídico.
Los acuerdos de libre comercio permiten que muchas veces las empresas puedan demandar Estados si alguna política pública por ejemplo puede disminuir sus ganancias. Pero no hay un espacio en el que las comunidades afectadas ni los Estados puedan demandar a las empresas por violaciones de derechos humanos. Entonces, la ley no es todo, pero debe y puede ser un instrumento para que podamos hacer una lucha más justa frente a las violaciones que sufrimos por esas empresas.
Un buen Tratado, un Tratado Vinculante efectivo, bien escrito, con muchas propuestas de la propia Campaña Global, puede ser un instrumento capaz de reducir esta asimetría de poder que vivimos hoy. Lo que queremos son reglas para las empresas y derechos para los pueblos.
¿Puedes explicar la relación entre la justicia económica y los casos que son parte del marco de las negociaciones por el Tratado Vinculante?
Por ejemplo, los rompimientos de las represas de la empresa Vale en Brasil que provocaron cientos de muertes. ¿Qué podría cambiar para las comunidades locales si tuvieran un Tratado Vinculante?
Piensa cuántos años ya pasaron de los rompimientos de las presas de Vale en Brasil, y las empresas aumentaron sus lucros, a pesar de esos desastres, mientras que las comunidades ni siquiera recibieron una reparación económica y ninguna casa, ni una sola, fue construida después de los crímenes que Vale cometió. Eso ejemplifica la desigualdad absurda en términos de justicia económica.
Los casos de las presas son muy expresivos porque demuestran que el 1 por ciento más rico sigue teniendo sus ganancias y la población no tiene ninguno de sus derechos, y mucho menos los derechos económicos, reestablecidos.
La lucha del Movimiento de Afectados/as por Represas de Brasil (MAB, por sus siglas en portugués) demuestra que solo la lucha cambia la vida. No puedo decir que solo el Tratado va a cambiar con toda la fuerza que necesitamos esta asimetría de poder. Pero también hay que establecer, buscar, marcos normativos nacionales complementarios al proceso del Tratado. Y ahí tenemos en Brasil ya un proyecto de ley 572 de 2022, que establece una ley marco sobre derechos humanos y empresas que de ser aprobada sería la primer ley nacional conteniendo obligaciones directas para las empresas transnacionales.
Lo que podría cambiar con el Tratado Vinculante sería que por ejemplo la empresa transnacional debería parar sus actividades mientras es juzgada por un crimen contra los derechos humanos. Además, la reparación estaría garantizada. Desde el proceso de prevención de violaciones de derechos humanos hasta la reparación integral cuando suceden esas violaciones, sería todo liderado por las comunidades afectadas por estas violaciones.
¿Cuáles son los principales desafíos la próxima semana en las negociaciones?
Los desafíos tienen que ver con la correlación de fuerzas que vamos a tener en Naciones Unidas. Tenemos una lectura de coyuntura de que los golpes de Estado que sufrimos especialmente en América Latina tuvieron como consecuencia directa un debilitamiento de los contenidos en la propuesta de Tratado jurídicamente Vinculante. No queremos un papel vacío, no queremos un instrumento que sea más de lo mismo de los principios rectores, que ya demostraron ser extremadamente insuficientes. El reto va a ser llenar ese documento de contenidos que verdaderamente hagan que este instrumento sea efectivo.
¿Qué sería un buen resultado al final de la semana de negociaciones?
Un buen resultado sería que todas las propuestas de redacción del texto lideradas por la Campaña Global sean cada vez más incorporadas por Estados y encontrar consensos en la medida de lo posible, dejando el documento con un contenido cada vez más ambicioso.
La Presidencia del Grupo de Trabajo presentó un documento que a nosotros nos parece, además de malo en términos de contenido, que no fue transparente, por la manera cómo operaron. Tenemos que volver a discutir desde donde paramos (en las negociaciones de 2021), con la fuerza de todos los Estados. Los Estados del Sur global tienen argumentaciones muy convincentes para establecer cada vez más un documento fuerte y ambicioso, eficaz, con obligaciones para las empresas, la primacía de los derechos humanos sobre los acuerdos de libre comercio, y todos los puntos que hemos venido presentando a lo largo de estos años.
Si quieres escuchar la versión de audio de esta entrevista, entra aquí. Entrevista realizada por José Elosegui, coordinador de Radio Mundo Real.