Un anillo letal de carbón: El regalo envenenado de VALE a Mozambique

Hace 15 años, cuando el gobierno de Mozambique firmó un contrato con la gigantesca empresa minera VALE, casi toda la población mozambiqueña pensó que el carbón contribuiría al desarrollo del país. Esta investigación pone al descubierto parte de la destrucción que VALE Moçambique se dispone a dejar tras de sí ahora que anunció la firma de un acuerdo para vender sus proyectos a Vulcan Minerals por $270 millones de dólares.
Située dans la province de Tete, au Mozambique, la mine de charbon de Moatize exploitée par Vale Situada en la provincia de Tete, Mozambique, la mina de carbón de Moatize es propiedad de VALE Moçambique y fue inaugurada oficialmente en mayo de 2011. Hoy en día produce 11,3 millones de toneladas de carbón por año.

En su informe anual de 2009, VALE declaró que poseía 1087 millones de toneladas de recursos carboníferos (tanto probados como probables) en todas sus minas y proyectos, de los cuales 954 millones se encontraban en la mina de Moatize. El informe también señalaba que la fecha prevista de agotamiento del proyecto era el 2046.
En enero de 2021, VALE anunció su intención de retirarse del proyecto. Luego, en diciembre de 2021, VALE anunció la firma de un acuerdo vinculante con la empresa Vulcan Minerals, que integra el Grupo Jindal, para venderle la mina de carbón de Moatize y el corredor logístico de Nacala por $270 millones de dólares. Sin embargo, esta transacción sólo puede llevarse a cabo si el gobierno de Mozambique la aprueba.
Pero en estas áridas zonas de concesión que posee la empresa transnacional en la conflictiva provincia de Tete, nos encontramos con un inquietante patrón de violencia, acaparamiento de tierras y muerte, que contradice por completo lo que dice VALE sobre su carbón “obtenido de forma responsable”.En 2009 y 2010, VALE reubicó a 1365 familias en las zonas de reasentamiento de Cateme y 25 de Setembro con el fin de instalar la mina de Moatize. A lo largo del corredor de Nacala reubicaron a 2000 familias más. La mayoría de las familias reubicadas por VALE dependían de la agricultura de subsistencia y la cría de ganado para sobrevivir.

Las zonas de reasentamiento estaban plagadas de problemas que ya han sido ampliamente documentados, tales como la inseguridad de las viviendas (por ejemplo infraestructura defectuosa e instalaciones eléctricas y de saneamiento inadecuadas) y tierras no aptas para la agricultura de subsistencia (debido a la mala calidad del suelo, la falta de acceso a agua y la lejanía de los mercados). A pesar que las comunidades afectadas y varias organizaciones nacionales e internacionales vienen denunciando estos problemas desde hace tiempo, la gran mayoría aún no fueron resueltos.
En varias ocasiones, VALE ha recurrido a la Policía de Mozambique (PRM), incluida su Unidad de Intervención Rápida (UIR), para dispersar y reprimir con golpes o disparos con balas de goma e incluso municiones vivas a las personas que se manifestaban. Además, han arrestado arbitrariamente a fabricantes locales de ladrillos artesanales (a quienes se conoce como oleiros) que siguen tratando que se les indemnice por la pérdida de su medio de sustento.
Con el fin de hacer lugar para la minería a cielo abierto, la gente que vivía dentro de las áreas concesionadas fue desalojada por la fuerza de sus hogares, de las pequeñas granjas familiares donde obtenían su alimento, de los ríos que les proporcionaban abundante agua y de las orillas de los ríos donde producían ladrillos de arcilla como medio de sustento. Hoy en día, estas personas que fueron expulsadas al otro lado del vallado, junto con otras decenas de miles que ya vivían en los alrededores de la mina, se enfrentan a una dura realidad: ya no queda agua. Los ríos que antes les proporcionaban agua para la agricultura, el ganado y para satisfacer otras necesidades básicas fueron desviados para proveer de agua a la mina, se los ha contaminado o simplemente han desaparecido bajo toneladas de arena -una lastimosa y flagrante violación de sus derechos humanos.En 2019, por ejemplo, cuando VALE comenzó las obras de expansión de la MinaMoatize III, la empresa bloqueó el acceso de las comunidades Primeiro de Maio, Liberdade y Paiol al río Moatize, afectando a las/os fabricantes de ladrillos y campesinas/os de esas comunidades. Desde entonces, las/os afectadas/os, VALE y el gobierno se han reunido en varias ocasiones. Más recientemente, VALE cambió su tono y comenzó a afirmar que no le debía indemnización a ningún/a fabricante de ladrillos. Mientras este proceso se dilata, más de 4000 oleiros enfrentan dificultades para mantenerse a sí mismas/os y a sus familias.

En la provincia de Tete, con la complicidad del gobierno de Mozambique, Vale ha abandonado a su suerte a cerca de medio millón de personas que tendrán que vivir dentro de un anillo letal de carbón durante al menos 35 años. Pero la destrucción no termina ahí. La minería de carbón no sólo está destruyendo vidas y medios de sustento en la provincia de Tete, sino que el uso continuado de combustibles fósiles no hará más que profundizar la crisis climática. Mozambique es uno de los países que se verá más afectado por los estragos del cambio climático. En marzo de 2019, graves inundaciones devastaron la provincia de Tete, mientras que la costa fue golpeada por el ciclón Idai. Mozambique sigue enfrentando crecientes impactos meteorológicos extremos año tras año.
La llegada de VALE – la ruina de las comunidades
Zita, una viuda de cuarenta y pico de años, nos contó que vivía con su esposo Refo Agostinho, considerado el mejor fabricante de ladrillos de Moatize, antes de que se vieran obligados poco a poco a ceder sus tierras a VALE. Con cuatro hijas/os, Zita y Refo dependían de la fabricación de ladrillos como su principal fuente de ingresos. El dinero lo usaban para alimentar a sus hijas/os, pagar la escuela y cubrir otras necesidades. “Todas/os crecieron sostenidas/os con el dinero que nos daba la fabricación de ladrillos”.
“Refo perdió la vida cuando las cosas cambiaron. VALE nos quitó todo. En Chipanga, donde solíamos fabricar los ladrillos, nuestro lote era grande: una hectárea. Mi machamba (granja) estaba en otra parte, en Canchoeiro. VALE nos desalojó, pero no quisieron pagarnos ninguna indemnización (por la tierra), ni por tener que dejar nuestra actividad. Se negaron a darnos dinero, con muchas palabras, pero ninguna solución. Entonces [las/os fabricantes de ladrillos] tuvieron que organizar manifestaciones para recibir el dinero. Mientras estaban protestando llegó la policía, lo intimidaron [a Refo] y lo llevaron preso. Estuvo [en la cárcel] una semana, luego fue liberado y siguió luchando hasta que VALE nos indemnizó. No sé bien cuánto dinero era, pero escuché que fueron alrededor de $60.000 meticales (aproximadamente US$ 940)”.
Se ha hecho poco y nada para pagar las indemnizaciones que faltan, asignar nuevas tierras y desarrollar proyectos sociales
Paulo Vítor Maferrano, de 41 años, habitante de Chipanga, Moatize, afirma que él también ganaba cerca de $30.000 meticales (aproximadamente US$ 470) por mes.La realidad de Paulo no es diferente a la de otras/os fabricantes de ladrillos. También quedó sin su machamba y sin sus ladrillos, su principal fuente de ingresos. “Ya tratamos de enviar los documentos. Recurrimos al gobierno, y VALE realmente si dijo que no nos pagaría. Entonces intentamos acudir a otros foros. VALE recién comenzó a trabajar en esta zona específica en mayo de 2021, estas son las nuevas tierras en las que VALE se está expandiendo. Ni la empresa ni nosotros/as sabemos la magnitud de la concesión de la mina. Cuando llegó VALE dijeron que primero nos iban a dar $60.000 meticales (aproximadamente US$ 940) para que dejáramos nuestros campos y paráramos inmediatamente nuestras actividades, y que luego nos darían $125.000 meticales (aproximadamente US$ 1960) como indemnización. Pero hasta ahora no nos han dado nada”.
Violencia policial contra las/os fabricantes de ladrillos y las comunidades locales
Las denuncias de violencia policial perpetrada por la fuerza pública para proteger los intereses de la empresa minera datan del comienzo del proyecto. Hubo personas arrestadas, golpeadas, atacadas con balas de goma y a veces balas de verdad, y también se han usado gases lacrimógenos contra la ciudadanía, inclusive mujeres embarazadas y niñas/os.El 20 de noviembre de 2021, cuatro integrantes de la comunidad de Nhantchere que representaban a las familias cuyas viviendas tenían las paredes agrietadas a causa de las explosiones de la mina fueron detenidos injustamente y permanecieron en prisión tres días. Poco tiempo después, el 23 de diciembre, dos fabricantes de ladrillos fueron detenidas/os mientras participaban en una reunión en la que debatían con su comunidad qué hacer frente a la negativa de VALE de pagar indemnización a las/os fabricantes y campesinas/os cuyas tierras habían sido expropiadas. Quedaron detenidos cinco días. Las/os integrantes de la comunidad que tienen un papel central en los procesos de negociación con VALE suelen sufrir represalias e intimidación crecientes, e incluso detenciones arbitrarias e ilegales.

A Vasco le dispararon dentro de su propia casa
El 6 de mayo de 2021, cansadas/os de la falta de interés de VALE por resolver el tema de los pagos e indemnizaciones que le debían a la gente del barrio Primeiro de Maio que perdió sus tierras y acceso al río, un grupo de fabricantes de ladrillos y campesinas/os ocuparon las Sección 6 de la mina y bloquearon la ruta de acceso, exigiendo respuestas a la empresa. Esta manifestación terminó pacíficamente cuando las/os fabricantes de ladrillos llegaron a un acuerdo con representantes de VALE y el gobierno -que se hicieron presentes en el lugar- para que el tema se debatiera al día siguiente con toda la comunidad, en la plaza del barrio.
Pero la reunión que habían acordado para el 7 de mayo de 2021 en la plaza de Primeiro de Maio fue una emboscada que armó VALE junto con el gobierno local. No acudieron al lugar ni representantes de VALE ni del gobierno local. En su lugar llegó la policía -incluidos agentes de la Unidad de Intervención Rápida (UIR)- que intervino reprimiendo a la comunidad que se manifestaba por sus derechos pacíficamente en la plaza.
Vasco explicó:
“De repente, nos dimos cuenta de la UIR y la gente se movía de un lado para el otro. Hubo disparos. Lanzaron gases lacrimógenos. La gente corría y entonces decidí ir a buscar inmediatamente a mi hijo de seis años a la escuela. Cuando volví a mi casa, entramos y cerré la puerta. Cada vez que tienen una reunión aquí en la sede me piden prestadas las sillas y ese día le había prestado sillas a mi vecino. Por lo que en medio del caos, mi vecino vino a devolver las sillas. Golpeó la puerta, miré por la ventana y solo lo vi a él. No sabía que venía acompañado por un agente de la UIR. Cuando abrí la puerta, [el agente] me disparó al estómago. Sin hacerme ninguna pregunta. Nada. [El agente] sólo dijo “estos son los agitadores” y luego me disparó».
Vasco fue abandonado y dejado a morir
“Tenía mucho dolor. Mi hijo de seis años logró sacar mi teléfono del bolsillo y llamó a su madre. Su madre llamó a un taxi y pudieron llevarme al hospital local, pero por la gravedad de la situación me tuvieron que trasladar de urgencia al hospital de la ciudad [en Tete], donde un doctor me ayudó de inmediato. Si no hubiera actuado rápido, no sé qué hubiese pasado. Llegué inconsciente y me desperté recién después de la operación. Tenía un vendaje alrededor del estómago. Me dijeron que me habían operado del abdomen y que tenía “tierra” adentro. Tuvieron que operarme para retirarla, estuve internado en el hospital siete días».
VALE enjuiciada
Malgré tant de réticences à informer le grand public de l’impact réel de ses activités, Vale fait du gree
Se presentaron al menos dos demandas contra la empresa minera VALE Moçambique sobre acceso a información de interés público: una la presentó Justiça Ambiental (JA!)/Amigos de la Tierra Mozambique, y la otra la Asociación de Abogados de Mozambique (OAM).
JA/Amigos de la Tierra Mozambique exigió que,
“Se pongan a disposición los informes de monitoreo ambiental de VALE entre los años 2013 y 2020, ya que son documentos públicos que deberían ser ampliamente conocidos, especialmente por las comunidades que tienen que convivir a diario con las actividades de VALE”.
VALE se reivindica como “empresa transparente”, pero niega el acceso a documentos de interés público, intentando argumentar contra las decisiones de tribunales que, más de una vez, le han dado la razón a Justiça Ambiental y OAM. En el recurso presentado por la empresa minera, VALE argumentó que “no cabe duda de que los informes que contienen la información solicitada por la demandante […] son de carácter confidencial».
Este argumento fue refutado por Justiça Ambiental, que no dio marcha atrás.
El 30 de diciembre de 2020, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo falló a favor de JA! y concluyó que “la información solicitada no puede ser clasificada como confidencial” ya que “tiene que ver con la actividad minera, es decir, si es o no perjudicial para el medioambiente”, y reiteró que “la Constitución de la República define el medioambiente como un derecho de la ciudadanía y establece las obligaciones de todas/os respecto de este derecho”. Pero, nuevamente, VALE apeló esta decisión.
Por su parte, OAM solicitó al tribunal que citara a la empresa minera VALE Moçambique, S.A. para que ponga a disposición diversas informaciones de interés público, incluidos los memorandos de entendimiento y otros acuerdos firmados entre el gobierno, VALE Moçambique y las comunidades afectadas; información relativa al monto total de impuestos que paga VALE al Estado mozambiqueño e información sobre los procesos de reasentamiento en curso, entre otras informaciones.
El Tribunal de los Contencioso Administrativo de la Ciudad de Maputo le dio la razón a la OAM y le ordenó a VALE proporcionar la información solicitada. Insatisfecha con esta decisión, VALE apeló. Una vez interpuesto el procedimiento y analizados los alegatos y contestaciones, el 15 de diciembre de 2020 los Jueces Consejeros de la Sala Primera del Tribunal de los Contencioso Administrativo desestimaron el recurso de apelación presentado por la empresa minera por falta de sustento jurídico para revertir la decisión apelada, y ratificaron la decisión anterior que condenaba a VALE por violación del derecho a información de interés público.
En abril de 2021, durante la Asamblea General de Accionistas de VALE S.A en Rio de Janeiro, Brasil, algunas/os accionistas de la empresa votaron en contra de la aprobación del informe de gestión, ya que omitía información importante sobre el proyecto en Mozambique. Estas/os accionistas también solicitaron varios documentos de interés público, incluidos documentos solicitados por organizaciones de la sociedad civil mozambiqueñas referidos a las actividades de VALE Moçambique en Moatize. Altos ejecutivos de la empresa se comprometieron a enviar los documentos requeridos, pero no cumplieron con su promesa.A pesar de tanta reticencia a informar al público general sobre los impactos reales de sus actividades, VALE trata de maquillar de verde su imagen y se reivindica constantemente como una empresa transparente, ética y honesta.

Violaciones de derechos humanos sistemáticas y continuas
En Moatize, espesas nubes negras cubren el cielo cada vez que se explota dinamita en la mina. El aire está contaminado, las superficies siempre están recubiertas de polvo negro y ya no se puede dejar la harina de maíz a la intemperie para que se seque. Las carreteras, utilizadas por los camiones de VALE, también son una fuente de polvo.
Con las explosiones violentas que tienen lugar prácticamente a diario en las minas de Moatize, más de 1000 casas de los barrios Primeiro de Maio, Nhantchere, Liberdade y Bagamoyo tienen las paredes agrietadas y muchas ya colapsaron.

Minería a cielo abierto: altísimos niveles de contaminación y riesgos para la salud pública
“Aquí, cuando la gente tose, salen cosas negras [de sus gargantas] y los doctores dicen que es polvo de la mina. VALE, el gobierno y un equipo del hospital vinieron a realizarle análisis a la gente durante una semana. Vieron que tosían y que escupían cosas negras. Pero la empresa nunca vino aquí a darnos una respuesta”,
dijo un integrante de la comunidad.
Los niveles de contaminación del aire y el agua en Moatize ponen a miles de personas en riesgo, muchas de las cuales terminan en hospitales con problemas respiratorios, tos aguda o tuberculosis. Pero a la empresa minera lo único que le importa son las ganancias. En 2021 la contaminación en Moatize se agravó.
Según los análisis de laboratorio a los que se sometió el agua del barrio Liberdade a pedido de JA/Amigos de la Tierra Mozambique en 2021, la contaminación del aire y el agua es tres veces mayor que el límite establecido en la legislación nacional e internacional. Por ejemplo, en la zona concesionada a VALE se registraron niveles de cadmio (Cd) de 0,009 mg/l, mientras que los niveles considerados admisibles por Mozambique y la Organización Mundial de la Salud son 0,003 mg/l. El cadmio es un metal pesado que provoca daños en el sistema nervioso y puede causar alteraciones en el desarrollo fetal, incluso en concentraciones bajas.
Según fuentes del hospital, la mayoría de la gente tratada en el Hospital de Moatize tiene tuberculosis.
“Aquí en el hospital recibimos todos los días un número creciente de personas con diagnóstico de tuberculosis debido a la contaminación provocada por VALE aquí en Moatize. La contaminación está afectando a muchas personas, esta empresa nos está haciendo daño. Muchas personas beben agua sucia del río, el agua no llega como antes. Con la Sección 6 que abrió VALE recientemente, todo el lodo y sustancias químicas que salen de la mina van a parar al río Moatize, hasta su desembocadura en el río Revúboé. Esto es muy malo».

¿Qué puedes hacer?
Cientos de movimientos y organizaciones están llevando la lucha a las Naciones Unidas donde estamos trabajando por un nuevo tratado de la ONU sobre derechos humanos, que aspira a establecer normas internacionales jurídicamente vinculantes para las empresas transnacionales. Este año, los gobiernos seguirán negociando un texto borrador del Tratado para cerrar las brechas existentes en el derecho internacional y brindar justicia a los pueblos, personas y comunidades afectadas/os por crímenes perpetrados por empresas transnacionales, como las/os de Mozambique. Puedes seguir y sumarte a nuestro trabajo para exigir un Tratado Vinculante de la ONU fuerte y efectivo.
Hay comunidades y organizaciones de la sociedad civil que están luchando contra la energía sucia y dañina en Tete y en todo el mundo. Sigue nuestro trabajo sobre justicia climática y energía en pos de una transición justa y feminista que prescinda de la extracción destructiva y los combustibles fósiles y los sustituya por energía renovable, descentralizada y en manos de las comunidades.
Sigue el trabajo inspirador de Justiça Ambiental/Amigos de la Tierra Mozambique, que se moviliza con los pueblos afectados para hacer que las grandes empresas rindan cuentas, exigiendo derechos para los pueblos y normas para las empresas a nivel local, nacional e internacional. Conoce esta inspiradora victoria de otra lucha de JA en la que una aldea adoptó colectivamente la agricultura orgánica tras una victoria por sus derechos a la tierra.
Estacio Valoi, en colaboración con Justiça Ambiental/Amigos de la Tierra Mozambique