Justicia económica y resistencia al neoliberalismo – aprenda más

El comercio y las inversiones, la financiación para el desarrollo y el cabildeo de parte de las transnacionales son los motores del actual modelo económico. Este modelo se sustenta en la creencia de que las exportaciones y el crecimiento económico contribuirán a que el mundo sea mejor. Sin embargo, si bien esto ha sido muy beneficioso para las grandes empresas transnacionales, excluye e incluso perjudica a las personas más empobrecidas, al tiempo que contribuye en gran medida a la destrucción del medio ambiente.
El problema
Las empresas transnacionales, los bancos y los gobiernos trabajan crecientemente de manera mancomunada y se tornan más poderosos día a día. Las voces de la gente común no son escuchadas en importantes procesos de toma de decisiones. Las políticas neoliberales que promueven la privatización, el crecimiento de las exportaciones y la liberalización del comercio internacional, hacen parte del actual pensamiento económico dominante respecto a la riqueza. Pero estas políticas, que tienen como objetivo garantizar niveles más altos de producción, no tienen en cuenta los verdaderos costos sociales y ambientales, y por lo tanto dan como resultado una gran inequidad social y la explotación de los recursos naturales del mundo. En el mundo actual, para la mayoría de las personas se está volviendo cada vez más difícil vivir una vida sustentable y ejercer sus derechos básicos.
La solución
El pensamiento económico dominante tiene que cambiar. Actualmente como en el pasado, los movimientos populares nos demuestran que existe otro camino. Necesitamos cuestionar la dominación del neoliberalismo, y crear mejores condiciones para los sistemas alternativos con un enfoque más sustentable y equitativo.
Qué estamos haciendo
El Programa de Justicia Económica y Resistencia al Neoliberalismo, de Amigos de la Tierra Internacional, aborda y realiza un seguimiento sistemático y estratégico de los desarrollos económicos. Denunciamos y desafiamos la influencia que ejercen las grandes empresas multinacionales y las instituciones internacionales, cuestionando las políticas neoliberales promovidas por los bancos de desarrollo, y nos oponemos a las negociaciones comerciales que abren los mercados a las empresas en vez de tener en cuenta a las necesidades de la gente. Señalamos las contradicciones del actual modelo de desarrollo y denunciamos de qué forma el actual sistema económico beneficia a unos pocos, al tiempo que empobrece a muchos. Por ejemplo, detenemos la tala destructiva de las grandes empresas, nos oponemos a las inversiones en minería que las comunidades no quieren, y nos oponemos a la ofensiva de los agrocombustibles a gran escala. Denunciamos el poder de las empresas sobres las políticas y las prácticas que violan los derechos de las comunidades. Formamos parte de la campana para reclamar la deuda ecologica.
Además de resistir las políticas destructivas y de movilizar a la gente para que se nos una, Amigos de la Tierra Internacional está comprometido con un cambio positivo. Sensibilizamos al público sobre los cambios propuestos por los movimientos sociales de todo el mundo, y estimulamos las iniciativas sustentables promovidas por las comunidades locales. Nuestras campañas tienen como objetivo cambiar el rumbo de la economía de forma dinámica, creativa y constructiva. Compartimos la inspiración y las experiencias positivas, con viejas y nuevas prácticas y teorías de desarrollo sustentable justo. Creamos así las condiciones para la transformación a nivel local, regional e internacional.
La deuda ecológica
Durante décadas los países del Norte se han servido de las riquezas naturales de América Latina, Asia y África para estimular el crecimiento económico insustentable. Amigos de la Tierra considera que todos tenemos derecho a una porción justa de espacio ambiental, y que el Norte opulento debe limitar su consumo para que el resto del mundo se pueda desarrollar en forma sustentable.
La explotación de los bosques, la biodiversidad, los minerales, el petróleo y los conocimientos tradicionales del Sur, trajo aparejados la destrucción ambiental y el cataclismo social y cultural. Exigimos el reconocimiento y el pago de la deuda ecológica –el resultado acumulado de décadas de saqueo de recursos, destrucción de la biodiversidad, daños ambientales, cambio climático y eliminación de desechos en nuestros territorios- que los países industrializados así contrajeron con los pueblos del Sur.
Por favor visiten nuestra sección sobre cómo participar para ver de qué forma pueden apoyar.