El continente africano se ve, cada vez con más frecuencia, como una fuente de tierras agrícolas y recursos naturales cuyo fin es abastecer al resto del mundo.

Los gobiernos y empresas privadas que consiguen acceder a tierras de todo el continente, las usan para cultivar alimentos y agrocombustibles con el fin de cubrir la creciente demanda que experimentan los países de todo el mundo, la mayoría no africanos. Ya hay algunos que ven los agrocombustibles (es decir, los cultivos a gran escala para producir combustibles líquidos) como la solución definitiva para África.