La cantidad de personas que padecen hambre de forma crónica en el mundo pasó de 804 millones en 2016 a casi 821 millones en 2017. La incertidumbre en materia climática y los fenómenos meteorológicos extremos se encuentran entre las principales causas detrás de este aumento, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Las sequías, huracanes e inundaciones provocan incluso más crisis alimentarias a nivel regional, principalmente en las áreas que dependen de la agricultura de secano.

En nuestro nuevo informe demostramos que es posible luchar contra el hambre en el mundo y enfriar el clima a través de la agroecología.

Mientras los gobiernos y las instituciones internacionales buscan respuestas en el sistema agroalimentario para los tantos desafíos que conlleva el cambio climático, estas instituciones, entre ellas la FAO, hacen cada vez más referencia a la “agricultura climáticamente inteligente”. La definición de este concepto es intencionalmente ambigua y les permite a las empresas maquillar de verde y validar a la agricultura industrial sin tener que modificar los modelos de producción y las estructuras de poder que apuntalan a las grandes empresas del agronegocio.

En su lugar, la FAO debería escuchar a las organizaciones que abogan por políticas públicas para multiplicar los impactos de la agroecología.

Desde Amigos de la Tierra Internacional, junto con nuestros aliados, reclamamos la transformación de la agricultura y que el sistema de producción y consumo de alimentos se base en la soberanía alimentaria, la agroecología y la relocalización de los sistemas alimentarios. Para hacer esto son necesarias medidas audaces y contundentes.

Las soluciones verdaderas en materia climática ya son realidad en los campos de los agricultores/as y campesinos/as de pequeña escala, pero hay que protegerlas, promoverlas y potenciarlas. Es necesario que los gobiernos implementen políticas públicas e inviertan en apoyar la producción agroecológica controlada por los/as agricultores/as de pequeña escala.