El GATS generará impactos ambientales y sociales adversos en una amplia gama de sectores incluyendo agua, extracción y producción de energía, transporte, viajes y turismo, construcción, generación de energía eléctrica y disposición de residuos y saneamiento. La OMC debe llevar a cabo una evaluación completamente pública, exhaustiva y sustantiva de los impactos pasados y futuros de la liberalización de los servicios para asegurar que el GATS no socava.