Informe técnico elaborado conjuntamente por organizaciones que trabajan por la justicia climática: Action Aid, Corporate Accountability, Amigos de la Tierra Internacional, la Campaña mundial para exigir justicia climática, Third World Network y What Next?.

Lejos de representar elevados niveles de ambición en materia climática, la frase “cero neto” es usada por la mayoría de los gobiernos y las grandes empresas contaminadoras para eludir su responsabilidad, transferir la carga a otros, encubrir su inacción en materia climática, y en algunos casos incluso aumentar la extracción, quema y emisiones derivadas de combustibles fósiles. El término se usa para maquillar de verde el continuismo o incluso más que continuismo –su profundización y el aumento de emisiones. El núcleo de estas promesas son pequeñas metas distantes que no requieren ninguna acción climática verdadera durante décadas, y promesas de tecnologías que probablemente nunca funcionen a la escala requerida y que de aprobarse podrían provocar enormes daños.

Conclusiones clave:

  • El término “cero neto” es usado por las principales empresas contaminadoras y gobiernos del mundo como fachada para eludir su responsabilidad y encubrir su inacción o sus acciones perjudiciales frente al cambio climático.
  • “Cero emisiones netas” no significa “cero emisiones”, y no se las debe aceptar como tales.
  • Simplemente no hay suficientes tierras disponibles en el planeta para albergar todos los proyectos de compensación de emisiones y plantaciones de árboles para Bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS) que son el foco de los planes combinados de reducción de emisiones a “cero neto” de las grandes empresas y los gobiernos.
  • En conjunto, las metas climáticas de reducción a “cero neto” permiten que sigan aumentando los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), mientras esperan que con tecnologías o plantaciones de árboles se pueda remover el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera en el futuro.
  • Al transferir la carga de la captura del carbono a las tierras y plantaciones de árboles en países del Sur Global, que han hecho muy poco para provocar la crisis climática, la mayoría de las metas climáticas de reducción a “cero neto” fomentan efectivamente una forma de colonialismo del carbono.
  • Muchos gobiernos y grandes empresas han prometido llegar a “cero neto” en una fecha distante, agravando aún más el daño causado. “Cero neto en el 2050” es muy poco y muy tarde.
  • Al evaluar las metas de reducción de emisiones a “cero neto” se tienen que considerar cuestiones éticas y de justicia claves: ¿La tierra de quién? ¿Los bosques de quién? ¿De quién son las emisiones? ¿De quién es la responsabilidad?
  • En lugar de fiarse de tecnologías del futuro y acaparamientos de tierras lesivos, se requieren planes climáticos que reduzcan radicalmente las emisiones verdaderamente a Cero Real.