El sistema alimentario y agrícola a escala industrial produce de forma masiva alimentos que en el mejor de los casos son poco nutritivos, y en el peor de los casos nos envenenan. Su dependencia de los insumos químicos destruye la fertilidad de los suelos, contamina nuestros suelos y fuentes de agua y agota los recursos pesqueros, lo cual representa una amenaza para las cosechas futuras. Al mismo tiempo, aunque hoy en día producimos lo suficiente como para alimentar a la población mundial, los alimentos están mal distribuidos y se calcula que existen aproximadamente 842 millones de personas con desnutrición.

Imagen: Rafa Ramos / La Regadera Verde