Replantando la diversidad biológica agrícola en el CDB
El papel de la biodiversidad agrícola en el Convenio sobre la Diversidad Biológica
La biodiversidad, por naturaleza, se caracteriza por la abundancia. Es una reserva rebosante de vida, llena de diversidad y abundancia; parte de ella sigue siendo desconocida para los seres humanos y está en constante evolución. La biodiversidad agrícola es una parte muy importante para la biodiversidad en general. La red campesina alimentaria ha obtenido y mejorado 7000 especies vegetales domesticadas (con 2,1 millones de variedades) y ha mantenido 50.000 – 60.000 parientes silvestres de los cultivos. ‘La cadena agroindustrial’, por el contrario, trabaja sólo con 137 especies de cultivos, de las cuales tan solo 16 dan cuenta del 86% de la producción mundial de alimentos. La biodiversidad agrícola es sostén del sistema alimentario y también provee fibras, piensos, combustible, productos farmacéuticos y materiales para la construcción de viviendas; es un subconjunto fundamental de la biodiversidad que incluye las semillas, las razas y los ecosistemas en los que los pueblos cultivan y cosechan alimentos y otros bienes.
Sin embargo, la historia de la biodiversidad agrícola dentro del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB) se ha visto caracterizada por un declive continuo. Luego de la importantísima conceptualización de la agricultura como componente central del desarrollo sustentable, de la utilización y la participación equitativa en los beneficios y de la conservación de la biodiversidad en los primeros años del CDB después de la Cumbre de Rio, la biodiversidad agrícola ha sido ignorada y su lugar central en el Convenio, olvidado. El fracaso del Convenio y sus Partes a la hora de ejecutar políticas para cumplir con las Metas de Aichi para la Biodiversidad, ha dejado en evidencia que allí también la agricultura ha sido igualmente relegada.
Mientras avanzan las negociaciones sobre el Marco Mundial de la Diversidad Biológica, es clave que la agricultura vuelva a ocupar un lugar central. Tiene que tratarse tanto como fuerza destructiva, como por su capacidad de nutrir y restaurar la biodiversidad. La agricultura a gran escala y la producción ganadera intensiva de hoy en día propulsadas por la industria son consideradas los principales motores de la destrucción y explotación de tierras y ecosistemas, y un factor que contribuye enormemente al cambio climático. Sin embargo, la agricultura es también una solución: a diferencia de la agricultura industrial, la agricultura campesina –y los alimentos que provee– practicada por la mayoría de las/os agricultoras/es a pequeña escala en el mundo, nutre y salvaguarda la biodiversidad agrícola.
Este informe examina la relevancia de la biodiversidad agrícola como factor importante para salvar la biodiversidad, así como las formas en las que el CDB y la comunidad internacional pueden llevarla a ocupar un lugar central para ayudar a construir un mundo biodiverso y justo.